Instalaciones divulgativas anexas al Yacimiento de Atapuerca, diferenciándose claramente el edificio de recepción de visitantes (más de 4.000 metros cuadrados de superficie), con varias salas diáfanas, y el exterior, con cabañas y recreaciones de espacios prehistóricos, en un entorno de más de una hectárea.
Ha sido una de las localizaciones de rodaje de la película La Huella del mal, de Manuel Ríos.