Monasterio a orillas del río Ebro, con origen en el Siglo XIII y de estilo cisterciense. Tras años de abandono, recientemente ha visto un impulso restaurador que ha conseguido poner en valor uno de los edificios de más valor del norte de Burgos.
Cuenta con un perímetro de más de 6.000 metros cuadrados, habiendo zonas claramente en ruinas, pero otras con gran potencial, especialmente la zona del claustro.